- Para mantener una piel sana, hay que limpiarla diariamente con productos suaves. De este modo eliminamos exceso de grasa, sudor y suciedad.
- La piscina, el mar y el sol resecan mucho la piel, por eso tenemos que dar especial importancia a la hidratación, utilizando productos regenerantes como por ejemplo cremas de oxígeno, vitamina C, Aloe Vera, Rosa Mosqueta, etc.
Es importante que, además de hacerlo por fuera, también la cuides por dentro. Y es que la hidratación interna es esencial porque nuestra piel (y nuestro cuerpo, de forma general) funcionen de manera óptima. El ideal es que bebas 2 litros de líquidos en el día.
- Protección solar! Este hábito es esencial si realmente quieres disfrutar de un bronceado que sea saludable y seguro. Incluso si te maquillas, te recomendamos que en verano optes por un maquillaje con protector solar porque así, estés siempre protegida de los rayos UVA.
- Alimentarse adecuadamente comiendo productos de temporada, sobre todo fruta, puesto que aporta un componente antioxidante (vitamina C) beneficioso por la salud.
- Cuando llega el final del verano es aconsejable hacerse una higiene o peeling para renovar las células muertas de la piel acumuladas durante el verano.
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