El sol: factor del envejecimiento cutáneo.
El impacto del sol sobre la piel
El sol actúa de forma positiva en nuestro organismo gracias a la acción de sus rayos ultravioleta (UV), ya que participan en la síntesis de la vitamina D. Pero para que esta síntesis se lleve a cabo, sólo necesitamos 10 minutos de sol al día. Si nos exponemos sin protección más de 10 minutos, nos arriesgamos a sufrir quemaduras de sol, alergias a corto plazo, y envejecer más rápidamente a largo plazo!
El bronceado se produce por los rayos ultravioleta, ya que estimulan la producción de melanina, molécula que pigmenta la piel.
rayos UV
Al reaccionar con los pigmentos que ya están presentes en la piel, los rayos UV nos broncean, pero cuando llegan a la dermis, causan la producción de radicales libres y alteran la membrana celular cutánea y también el ADN, produciendo la ruptura de las fibras de colágeno y elastina, y favoreciendo la aparición de arrugas (ya que son las encargadas de dar elasticidad a la piel). También afectan a la melanina, provocando la aparición de manchas. Además del riesgo de padecer cáncer de piel.
El mejor remedio para el deterioro de la piel es la prevención ante las radiaciones del sol. Para ello tenemos que utilizar durante todo el año una crema solar adecuada. Y también mantenerla hidratada diariamente con cremas adecuadas
Cómo proteger nuestra piel del sol
En primer lugar debemos elegir correctamente el factor de protección solar según nuestro tipo de piel:
- Los FPS de 2 a 10 de baja protección. (Para pieles oscuras)
- Los FPS de 15 a 20 de media protección. (Para pieles morenas)
- Y los FPS de 30 y 50 de alta protección. (Para pieles claras)
Aplicamos la crema solar 30 minutos antes de la exposición, de este modo nuestra piel puede absorber bien y estaremos correctamente protegidos.
Es recomendable utilizar un protector solar especial para la cara y otro para el resto del cuerpo. Recuerda que no hay una crema que te proteja completamente (durante todo el día), así que tenemos que reaplicar protector solar cada 2 horas. Evitar tomar el sol en las horas punta, entre las 12 h y las 16 h, y proteger lo máximo posible con gafas o gorras.
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